ASEPROIND Empresa Familiar al servicio de la Propiedad Intelectual

Fecha:  Octubre 2019

Por:  Colectivo

Caracas

ASEPROIND es una empresa familiar venezolana con más de 30 años de experiencia, especializada en temas de Propiedad Intelectual (marcas, patentes y derecho de autor). Se caracteriza por crecer junto a sus clientes, al acompañarlos desde la concepción de sus ideas hasta la comercialización de sus productos y servicios, a través de la asesoría y trámite de sus requerimientos en materia de Propiedad Intelectual, tanto en Venezuela como en el exterior. Su condición de empresa familiar le ha dado la consistencia necesaria para afrontar los desafíos propios de un entorno cambiante, Veamos su historia:

Corría el final de los años 80 y el país estaba girando hacia una política económica de apertura cuando una joven pareja con tres hijos dedicada a la venta de productos de limpieza vio en un diario de circulación nacional que una prestigiosa firma de abogados abriría operaciones en la pujante ciudad de Valencia. La intención de esta firma era formar Asesores en Propiedad Industrial para atender a uno de los mercados más dinámicos del país.

Los esposos Orlando Salazar y Yudith Ramírez decidieron que él mantendría su empleo para garantizar la estabilidad económica del núcleo familiar, mientras que ella incursionaría en este ámbito laboral “La Propiedad Industrial”. Durante las noches ambos estudiaban los manuales, repasaban los cursos, leyes y reglamentos que le eran facilitados a Yudith y conocieron infinidad de conceptos jurídicos, procesos y estrategias para la protección de los signos distintivos.

Dada su experiencia anterior como vendedora de productos de limpieza, La señora Ramírez destacó rápidamente dentro de la firma para la cual trabajaba. No obstante, algunos problemas operativos le hicieron avizorar que el proyecto en el cual se había involucrado no sería factible y decidió dar el paso de emprender junto a varios de sus compañeros de trabajo.

La primera inquietud a afrontar fue darle nombre a la empresa, el señor Salazar propuso emplear las primeras silabas de la actividad que iban a realizar y tras evaluar Asesores en Propiedad Industrial, los entonces socios aprobaron la propuesta que se resumiría en ASEPROIND. Gracias al financiamiento de algunos familiares se lograron reunir los fondos necesarios para realizar los trámites legales inherentes a la constitución de la empresa, alquilar un pequeño cubículo, comprar una máquina de escribir de cinta y algunos materiales de papelería.

Emprender implica afrontar una serie de retos, temores, asumir riesgos, y sobre todo mucha constancia. Todo inicio es fuerte y el de ASEPROIND no fue la excepción, es por ello que del grupo fundador de socios, el tiempo y las circunstancias se encargaron de reducir la propiedad de la empresa a la pareja emprendedora, no dejando de comentar que muchas personas maravillosas han formado parte de esta historia y al nombrarlas se podría cometer un acto de injusticia por omisión e insuficiencia en agradecimientos.

Continuando con los tiempos iniciales de la empresa, podremos apreciar que la logística para transportar la documentación entre Caracas y Valencia se reducía a los viajes furtivos del señor Orlando Salazar quien aprovechaba las horas correspondientes a su trabajo como vendedor en la empresa de limpieza, para irse en las madrugadas a Caracas y reportarse antes de las 4 de la tarde en Valencia, en no pocas ocasiones cumplir con esta programación implicaba un esfuerzo extraordinario para cumplir con sus metas semanales de ventas. Las operaciones se realizaban con una máquina rudimentaria, papel carbón y en horas nocturnas, pues las mañanas eran dedicadas por la Sra. Yudith para la asesoría y ventas, mientras que las finanzas se resumían en evaluar si con el sueldo del señor Orlando correspondía cubrir algunos déficits que generara la nueva empresa.

El crecimiento de ASEPROIND fue cuesta arriba, pero como la perseverancia tarde o temprano rinde sus frutos los buenos tiempos comenzaron a sonreír, no sin hacer frente a la siempre complicada situación del país, para muestra el año 1992. Una anécdota relatada constantemente por la Sra. Yudith es que los expedientes de sus dos primeros clientes coincidían en una gaveta dado que sus apellidos iniciaban por la letra A, y su sueño era ver algún día un archivo lleno de carpetas de la A hasta la Z. Para fortuna de la compañía el sueño se convirtió en pesadilla cuando años más tarde fue necesario realizar ampliaciones físicas y contratar servicios digitales para lidiar con el volumen de expedientes.

Llegado el momento el señor Orlando renunció a su trabajo y se incorporó en pleno al equipo, y azares del destino le fue hurtado su vehículo el mismo día que había adquirido con su liquidación una cantidad importante de artículos de oficina. Sin embargo la dificultad fue generadora de fortaleza y motivó el crecimiento del equipo al cual se fueron incorporando varios abogados mientras la pareja emprendedora cursaba estudios de derecho, los cuales paradójicamente debieron suspender años más tarde para liderar una empresa llena de abogados que ya había adquirido sede propia y mobiliario.

Los años transcurrieron, el equipo evolucionó e incorporó a su portafolio los servicios completos de Propiedad Intelectual. ASEPROIND siguió creciendo en presencia y participación de mercado, al punto de liderar en el centro del país lo concerniente a la propiedad intelectual, participar en procesos de internacionalización de empresas, contratos de franquicia y distribución, aportando al éxito de sus clientes y conservando el espíritu emprendedor. Todo esto ocurría mientras los hijos de la pareja se criaban en medio de juntas, reuniones con clientes, lectura de boletines oficiales, abogados, expedientes y un sinfín de elementos propios de la actividad de sus padres, siendo testigos sigilosos del esfuerzo realizado para levantar una empresa.

Llegado el momento de cursar estudios universitarios dos de los hijos eligieron el Derecho como profesión, mientras otro tomo estudios internacionales y economía. Se les dio plena libertad familiar para ejercer profesionalmente donde y como prefiriesen, y tras adquirir algunos años de experiencia en otras empresas e incluso cursar estudios de postgrado se fueron incorporando paulatinamente a ASEPROIND, muestra del compromiso personal y familiar con la actividad, al punto tal de realizar los 3 una especialización en Propiedad Intelectual.

La incorporación de la segunda generación al equipo, con sus inquietudes y preferencias tanto intelectuales como profesionales, ha permitido expandir los servicios de la empresa con su eje central en la Propiedad Intelectual. Con ellos llegaron refuerzos a la experiencia, nuevas áreas de especialización, nuevos idiomas y nuevas ideas, mientras se realiza la transición para pasar de manos el control de la administración. Las fuertes circunstancias que atraviesa al país han constituido en ocasiones una amenaza para la Propiedad Intelectual en general y para ASEPROIND en particular, pero la crisis ha forjado el espíritu de superación y cada ocasión ha servido para dar más fuerza, aumentar el sentido de pertenencia y ratificar del compromiso con el país de una empresa familiar al servicio de la Propiedad Intelectual.

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